A los habitantes de la cara oculta de la luna…
Hace cinco años apareció por esta parte del planeta. Aunque muchos pensaban que aquí estábamos a salvo de sus fauces, algunos ya habían sufrido su fétido aliento antes. No es más que una sombra huidiza, pero su presencia hiela la sangre de los que la sienten y de quienes obtiene su principal alimento. El Libro ya la mencionaba y, por lo que dice de ella, poco ha cambiado en los últimos dos mil años.
Su presencia es vírica y hace enemigo al amigo; avaro al generoso; cruel al piadoso; débil al fuerte; violento al hombre de paz.
Antes de su reaparición en esta parte del mundo todo parecía funcionar bien: los periodistas cobraban por hacer su trabajo, los políticos corruptos eran condenados, los derechos civiles respetados y defendidos por la Justicia y el Estado… Hace cinco años llegó y está entre nosotros. Su sombra se proyecta igual sobre la del monarca que sobre la del matarife. Parece decidida a quedarse. Es La Bestia.